Tus enfermedades empiezan en el Supermercado

Voltea a ver el carrito del súper de la mayoría de personas. ¿Sabes por qué hay crisis de salud?

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Ya sea por ignorancia, antojo, influencia o cualquier otra razón, nosotros cometemos errores muy comunes cuando vamos al súper y lo que provoca es que después nos enfermemos. Muchos de tus problemas de salud se erradicarían, sí te fijaras bien que traes en tu carrito de compra.

Al estar robotizados e influenciados por  la mercadotecnia tomamos mucho a la ligera nuestras decisiones alimentarias, simplemente lo hacemos o por costumbre, deslumbramiento o pura inercia. Para que YA TENGAS EL CONOCIMIENTO y luego NO TE QUEJES, te voy a dar unos tips, para solventar satisfactoriamente esta aduana.

  1. Pasas por alto los alimentos frescos: Bueno, mi principal consejo es y será siempre acudir a tu mercado local, los supermercados para mi ya son cosa de pura urgencia o de algo muy específico. Prefiere siempre lo local, fresco, de temporada y por supuesto lo orgánico, si no hay está última es preferible tener las tres anteriores. Generalmente los alimentos frescos están en el pasillo de algún costado de tu tienda, ahí es donde te debes de concentrar. Sin etiquetas. Llevarte lo proveniente de la naturaleza.

  1. Te pierdes en el centro del súper: Si el grueso de tu compra se basa en productos que están en los pasillos centrales, estás muy perdido. En cualquier súper es ahí donde están todas las comidas empaquetadas, enlatadas,  procesadas, de paupérrimo contenido nutricional y rematándole lleno de sustancias que no sabemos ni que son. Si compras mucho de esos pasillos evalúa como está tu salud ahora y que quieres para tu futuro.

  • Solo compra en los pasillos centrales algunos almidones importantes como arroz, avena, frijoles, lentejas, aceite de coco, vinagre orgánico de manzana, nueces. O sea, si pasas por ahí que sea para algo muy puntual y NATURAL.

  1. No sabes leer las etiquetas nutricionales: Te deslumbras y bloqueas ante el resplandeciente anuncio mercadológico, antes que ver que trae en realidad ese producto. Aquí no importan las calorías que traiga la comida, ni si es light o fortificada. Eso es pura basura. Lo verdaderamente importante es los ingredientes que trae y hay dos reglas de oro a esto. SI NO LO PUEDES PRONUNCIAR, NO LO COMPRES. SI NO SABES QUE ES, NO LO COMPRES.

  1. Vas al súper con hambre: Ya valiste madre amigo. Si tienes malos hábitos y costumbres, esto puede ser tu peor enemigo ya que los antojos jugaran en tu contra y se inclinaran siempre por la comida chatarra, que en un súper es la mayoría.

La próxima vez que vayan al súper acuérdense de este artículo por favor. El tomar decisiones conscientes e informadas es un gran acto de amor a nosotros que se proyectará en la consolidación de buenos hábitos que nos darán salud.