Mi historia, tu historia y tu lucha.

Llegar hasta acá, poderles escribir esto no es cosa fácil. Sé que transmito un mensaje positivo para la salud. Sé que tengo un talento natural para motivar a la gente a llevar un estilo de vida saludable, mi pasión es la salud. Sin embargo no es tarea fácil, tengo mi historia, mi lucha, mis demonios, mis talones de Aquiles y mis condiciones. El poderme hacer un poco vulnerable ante ustedes, es con el objetivo de que sepan que no están solos en su misión por cambiar de hábitos, cambiar de alimentación y llevar una vida más saludable.

Práctico DIARIO buenos hábitos: como bien (muchas frutas), tomo jugos, hago ejercicio, medito, descanso… lo que ven es lo que es, en ese aspecto no tengo nada que esconder. Siempre digo, hagan caso más de lo que hago y lo que proyecto, que lo que digo. Sin embargo, lo que ven ustedes desde su perspectiva es una especie de producto terminado que dista muchísimo de ello, porque es un trabajo diario de evolución y perfeccionamiento de lo imperfectible.  Tener la misión de ayudarlos y por supuesto ayudarme, hace que tenga bien consolidados hábitos diarios, que sé perfectamente que muchos de ustedes batallan todos los días por poder lograr y les parecen imposibles,  por la razón, circunstancia, contexto o lo que sea.

“Nadie sabe que hay en la sopa, si no la cuchara que la menea”, así es un dicho de mi familia y aplica perfectamente a esto. Todos tenemos nuestra historia, razones y motivos. Siento que la vida nos pone simplemente ahí a las adversidades para que con la fe en nosotros mismos la superemos. Estas adversidades se nos la presentarán a cada rato y A CADA RATO, a veces van escalando en mayor magnitud, hasta que logremos controlarlas, superarlas, concientizarlas y despertemos.

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La realidad a veces aparenta otra cosa 

No juzgo a nadie, simplemente trato de sembrar buenas semillas en cada uno de ustedes, para que con este mensaje repetitivo que llegué el día indicado, la hora indicada, en el humor indicado, con la consciencia indicada y que logre un norte que motive a tomar acción. Siempre hay personas, cosas y circunstancias que logran que uno tome acción, que se motive. Un día llega la luz y por lo menos el deseo de poder cambiar.

Yo llegué a este camino porque desde pequeño he sido una persona muy estresada, MUY. Una vez la maestra de kínder les dijo a mis padres “Este niño es muy estresado y puede llegar a sufrir cuando sea grande». Tenía solo 3 años, imagínense. Luego les contaré porque es eso y detalles. Esto sin duda repercutió en mi salud y mi motivo de siempre para superarme y estar bien, batallando con todo y todos, pero principalmente conmigo mismo.

Me operaron del apéndice a los 8 años. De los amigos que tuve fui el menos atlético, no era gordo, pero si tuve una época pre-puberta de estar rellenito. Usé lentes (gafas) y brackets (frenos) en una época, ese estereotipo absurdo y cruel me trajo algunos “problemitas” especialmente en la secundaria, “problemillas” que me hicieron hacer creerme algo que no era y dolió. Tuve acné a partir de los 21 y tomé antibióticos y otros medicamentos muy agresivos. Exceso de proteína animal y suplementos proteínicos, venenos y otros suplementos me acompañaron a partir de los 16 años, me puse fuerte, “era otro”, pero eso me trajo como consecuencia problemas gastrointestinales en la época que más relajado estuve, en la que menos estrés tenía. Después vinieron otras cosas como “equivocación” en la vocación y al momento de elegir una carrera, estudiar lo que no me gustaba primero, trabajo,  procrastinación, presión, dinero, relaciones, depresiones, pensar en el maldito que dirán  etc…

Todo eso que afronta uno, en mi caso me despertó para ir evolucionando en la cuestión de hábitos de superación y concientización diaria, de motivación en los “duros” panoramas. Hay personas que nunca se dan cuenta de ellos.  Sé que por supuesto esto no se compara a alguna de las historias de ustedes, pero no se trata de comparar, es simplemente exteriorizar, sacar, compartir y saber, estamos en el mismo barco, que aunque la apariencia externa refleje algo, siempre hay alguna batalla atrás, una lucha.

Toda esta lucha me fue llevando a encontrar mi misión de vida.  Una misión de vida que parecía  escondida, pero que es innata y puede pasar toda una vida sin saber que la tenemos. Un despertar. Estoy agradecido por las adversidades porque aunque duelen, hacen que uno se concientice,  se alineé con su propósito y crezca. Perspectiva.

Pienso que nunca es tarde en tomar buen rumbo, queda mucho tiempo. Esta es una pequeña historia mía para dar contexto y que les pueda ayudar. No están solos. La carrera es de resistencia. ¿Cuánto quieren vivir?, pero mucho más importante ¿cómo quieren vivir?. Otra vez, perspectiva. El camino es largo, es un maratón, uno se va superando, tiene sus tiempos, todo es cuestión de constancia, de esfuerzo, de amor propio. A nadie debemos de querer más que a nosotros, porque si nosotros no estamos bien difícilmente lo proyectaremos a los que queremos. Es lo menos egoísta, de lo que piensan que es egoísta.

No soy perfecto, ni se me ha hecho fácil. Todos podemos. Si algún otro humano ha logrado lo que tu deseas, también lo puedes tú, a mí aunque me cueste trabajo me lo repito a diario, pero es requisito indispensable estar alineado con mi propósito. Aunque a veces el panorama no se vea claro, está claro, la realidad es lo que es y la mente traiciona, uno se tiene que dar a la tarea de programarla al revés.

Esto es lo bonito de los alimentos, jugos y hábitos que promuevo. Esto ayuda a tener una mente más clara para alinearse con todo lo que es, nuestra misión y propósito. Gente irá y vendrá, circunstancias y contextos también, pero aquí nos tendremos. Lo que comemos se transforma en nuestros pensamientos y acciones. Los alimentos de la naturaleza son parte del universo que trabaja con nosotros para que recuperemos el equilibrio y vivamos en balance y armonía con todos y sobre todo con nosotros mismos. Mi historia es poder seguir llevando a cabo estos actos que puedan ayudar a transformar la vida de otras personas, nuestra lucha es despertar las consciencias a través de mis adversidades y las tuyas.

Estamos en viajes diferentes pero en un mismo camino, nuestras historias nos entrelazan para conectarnos a un nivel espiritual y humano más profundo y podamos evolucionar. Les agradezco estar aquí, leer esto y compartir el camino. La lucha sigue y nuestra historia la escribimos.

#carbea

¿Por qué jugueo?

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#JUGUEA

 

Delante de lo que estaba acostumbrado a ver se escondía algo, puede ser que delante de mi cuerpo, mi razón de ser, mi matrix y mi espíritu. Y así lo que en el fondo de mi alma soñé con ver, lo encontré aquí.

Porque delante de los mitos disfrazados de medicina, los doctores, los suplementos, las creencias populares, la proteína, los chochos, los nutricionistas. Delante de mi falta de cuestionamientos y mis enfermedades, de una sociedad que no se cuestiona nada y está enferma. De mis agruras, reflujo, constipación, fatiga y falta de claridad. Delante de todo eso, había iluminación.

Más allá de ignorar a Hipócrates, de su dicho y su legado: “La medicina es el alimento y el alimento, la medicina” y por supuesto, el saber que sí quería transformar mi salud, tendría que estar dispuesto a renunciar a lo que me había enfermado. Tareas difíciles de concebir en un mundo envenenado.

Delante de todo lo anterior, tuve que hacer un lejano viaje de introspección, de inspección interna para llegar ahí y comprobar, que más allá de toda esa crisis, ignorancia, y miedo, existe un universo con el poder de la naturaleza, que palpita y nos otorga en sus latidos de vida, el alimento. Corazón y alma en su nutrición.

Sus bondades transformaron mi salud por encima de cualquier gesta, de cualquier cuento que quiere convertirse en artífice de un cambio social y con el sueño de buscar que vivamos en un mundo en armonía con el todo. Un mundo donde podamos vivir sanos.

Es así que llegué al jugo, sin saber que más encontraría. Encontré un cambio total y holístico, en mi salud y mi misión de vida. Eso será suficiente para recordar y para celebrar siempre al alimento convertido en líquido, la mejor medicina.

La vida es caprichosa sin duda, sin embargo el contar con estas herramientas me permite no tener el control, si no que fluir en armonía con ella. Delante de todo, me quedo con su mensaje y con mi responsabilidad en cuanto ejemplo proyecta. Ha sido una aventura de subes  y bajas, pero delante y más allá de todo, me siento agradecido y así encuentro mi motivo, mi razón, el por qué jugueo.

 

El mundial es un peligro para la salud. Abre los ojos.

Es hora de dejarnos ir como gordo en tobogán: Llegó el mundial, el perfecto tiempo para darnos todo tipo de indulgencias, comida chatarra, alcohol, excesos. Y es que tampoco la organización de este evento coopera mucho con el interés de salud pública. Está clarísimo que esto es un negocio y esa palabra da a muchos el pretexto de hacer todo tipo de atropellos en aras de engrosar su bolsillo, no importándole el propio espectador.

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El mundial es el evento deportivo más visto en todo el mundo y en lo personal a mí me preocupa que el mensaje subliminal que se dé a la gente sea el incorrecto, por un lado, están los intereses de los patrocinadores: la sanísima coca cola, la beneficiosa Budweiser y el nutritivo McDondalds, patrocinadores y socio respectivamente. Macabro trio que disfraza sus intenciones maquiavélicas como fomento al deporte y el mundo feliz unido por un balón. Y eso es solo la punta del iceberg…

No cr7vamos a poder progresar en cuestiones de salud preventiva cuando se llama exitosos a los negocios y asociaciones que lucran con nuestra salud. No vamos a progresar cuando la norma siempre al ver un partido de fútbol o cualquier evento deportivo sea una pizza, una hamburguesa, cualquier comida chatarra, unos refrescos, alcohol. Esto ya se ve de manera normal y corriente en nuestra sociedad, siendo lo raro lo sano. Luego nos preguntamos el origen de nuestras enfermedades, la causa de nuestra crisis de salud, el porqué de la obesidad, diabetes, enfermedades cardiovasculares y enfermedades crónicas degenerativas. ¿Para reflexionar no?

Por otro lado, está también como se prostituyen los deportistas. Vemos a los atletas, figuras que proyectan el éxito y la imagen de la felicidad, anunciando todo tipo de sustancias dañmessiinas. Yo pensaría que es un privilegio estar en la palestra y el ojo de todo el mundo, de tener a la mano el poder ejercer una influencia positiva en la sociedad, a una sociedad carente influencias positivas. Sin embargo, aquí no importa, lo que importa es don dinero, prostituirse con una empresa o con una marca que sabes de antemano es un asesino silencioso. Qué pena me da, honestamente me daría vergüenza ver a mis hijos a los ojos si yo tuviera el privilegio de prostituirme de la misma manera. Pero en este mundo al revés es normal.  ¿Para reflexionar no?

A mí me gusta el mundial y siempre me ha gustado el fútbol, para los que me conocen sabrán que soy mucho menos apasionado de lo que era antes, trabajé en el mundo del fútbol y se cómo se maneja, ahora simplemente me entretiene y lo disfruto más conscientemente. Ahora en lo que se trata de alimentación y a lo que a mi me concierne, en medida de lo posible trato que el “ritual” condicionada y “programadamente” deportivo con el que hemos crecido (botana, alimentos para picar, bebidas) durante un partido sea lo más saludable posible. Medirse y no dejarse llevar, inculcar a nuestros hijos el hábito sano y que por favor no se vea normal lo que las empresas, las organizaciones, sociedad y los intereses creados nos han proyectado, inculcado y sembrado. Salirse del molde, porque si no estaremos condenados a sufrir las consecuencias terribles que ya estamos viviendo en materia de salud.

Si lo ves fríamente, el mundial de fútbol invita a destruirnos la salud con el alcohol, exceso de comida chatarra, procesada y productos animales, estrés innecesario, vicios. Así como yo abrí los ojos algún día y estoy consciente que lo peor es vivir en piloto automático y con el desconocimiento de mis problemas de salud, te invito a que tú los abras también. Disfruta el mundial, pero cuida lo más preciado que tienes: Tu salud.