Es hora de dejarnos ir como gordo en tobogán: Llegó el mundial, el perfecto tiempo para darnos todo tipo de indulgencias, comida chatarra, alcohol, excesos. Y es que tampoco la organización de este evento coopera mucho con el interés de salud pública. Está clarísimo que esto es un negocio y esa palabra da a muchos el pretexto de hacer todo tipo de atropellos en aras de engrosar su bolsillo, no importándole el propio espectador.
El mundial es el evento deportivo más visto en todo el mundo y en lo personal a mí me preocupa que el mensaje subliminal que se dé a la gente sea el incorrecto, por un lado, están los intereses de los patrocinadores: la sanísima coca cola, la beneficiosa Budweiser y el nutritivo McDondalds, patrocinadores y socio respectivamente. Macabro trio que disfraza sus intenciones maquiavélicas como fomento al deporte y el mundo feliz unido por un balón. Y eso es solo la punta del iceberg…
No vamos a poder progresar en cuestiones de salud preventiva cuando se llama exitosos a los negocios y asociaciones que lucran con nuestra salud. No vamos a progresar cuando la norma siempre al ver un partido de fútbol o cualquier evento deportivo sea una pizza, una hamburguesa, cualquier comida chatarra, unos refrescos, alcohol. Esto ya se ve de manera normal y corriente en nuestra sociedad, siendo lo raro lo sano. Luego nos preguntamos el origen de nuestras enfermedades, la causa de nuestra crisis de salud, el porqué de la obesidad, diabetes, enfermedades cardiovasculares y enfermedades crónicas degenerativas. ¿Para reflexionar no?
Por otro lado, está también como se prostituyen los deportistas. Vemos a los atletas, figuras que proyectan el éxito y la imagen de la felicidad, anunciando todo tipo de sustancias dañinas. Yo pensaría que es un privilegio estar en la palestra y el ojo de todo el mundo, de tener a la mano el poder ejercer una influencia positiva en la sociedad, a una sociedad carente influencias positivas. Sin embargo, aquí no importa, lo que importa es don dinero, prostituirse con una empresa o con una marca que sabes de antemano es un asesino silencioso. Qué pena me da, honestamente me daría vergüenza ver a mis hijos a los ojos si yo tuviera el privilegio de prostituirme de la misma manera. Pero en este mundo al revés es normal. ¿Para reflexionar no?
A mí me gusta el mundial y siempre me ha gustado el fútbol, para los que me conocen sabrán que soy mucho menos apasionado de lo que era antes, trabajé en el mundo del fútbol y se cómo se maneja, ahora simplemente me entretiene y lo disfruto más conscientemente. Ahora en lo que se trata de alimentación y a lo que a mi me concierne, en medida de lo posible trato que el “ritual” condicionada y “programadamente” deportivo con el que hemos crecido (botana, alimentos para picar, bebidas) durante un partido sea lo más saludable posible. Medirse y no dejarse llevar, inculcar a nuestros hijos el hábito sano y que por favor no se vea normal lo que las empresas, las organizaciones, sociedad y los intereses creados nos han proyectado, inculcado y sembrado. Salirse del molde, porque si no estaremos condenados a sufrir las consecuencias terribles que ya estamos viviendo en materia de salud.
Si lo ves fríamente, el mundial de fútbol invita a destruirnos la salud con el alcohol, exceso de comida chatarra, procesada y productos animales, estrés innecesario, vicios. Así como yo abrí los ojos algún día y estoy consciente que lo peor es vivir en piloto automático y con el desconocimiento de mis problemas de salud, te invito a que tú los abras también. Disfruta el mundial, pero cuida lo más preciado que tienes: Tu salud.